Se necesita muy poco para tener una buena salud, solamente hace falta llevar unos hábitos de vida saludables. Lo más importante es ser constante en lo que te has propuesto realizar, no posponer las cosas para el día siguiente y tener una meta clara que te incentive y te motive a la hora de desempeñar tus hábitos saludables.
Exceptuando el hecho de que, dependiendo de la salud de cada uno, todo el mundo necesita una gran variedad de hábitos saludables, hay algunos que son beneficiosos para todos y que deben ser conocidos. Entre ellos están los a continuación expuestos para llevar una vida saludable.
Cepilla tus dientes por la mañana y por la noche y si es necesario con más frecuencia como por ejemplo después de cada comida dependiendo de lo que comes y cómo de rápido se acumula la suciedad en tu boca. Esto reducirá la probabilidad de sufrir caries y del mal aliento. Se recomienda utilizar un cepillo suave que no dañe el esmalte dental y que sea adecuado para los dientes sensibles y encías problemáticas. Convierte en un hábito el usar diariamente hilo dental, ya que sólo el cepillo no puede limpiar todos los espacios que quedan entre los dientes.
Bebe por lo menos 1,5 litros de agua al día. El cuerpo humano está compuesto principalmente de agua por lo que ésta es esencial para la salud. La falta de ingestión suficiente de líquidos conduce a una baja presión arterial, a la fatiga, y al frecuente dolor de cabeza. El agua es una medicina muy eficaz y ampliamente usada en la hidroterapia. Por otra parte el consumo de agua ayuda a digerir los alimentos mientras que elimina el hambre, limpia el cuerpo de toxinas y sustancias perjudiciales y contribuye a tener una piel con aspecto saludable.
No perder horas de sueño para tener una buena salud física y mental. Las suficientes horas de sueño te proporcionarán más energía y un buen humor todo el día. Además, dormir bien ayuda a conservar una buena apariencia con aspecto descansado, radiante y te hará parecer más joven. Por desgracia, debido al estilo de vida agitado que llevan muchas personas hoy en día, dormir está poco valorado y es algo a lo que muchos renuncian para cumplir con sus obligaciones y tareas cotidianas. Un cuerpo necesita de 6 a 8 horas de sueño, ya que dormir de más puede ser dañino para el organismo igual que la falta de sueño.
Come a menudo, pero en pocas cantidades. Llevar a cabo una alimentación saludable se basa en tomar el desayuno todas las mañanas, ya que es entonces cuando la comida es absorbida de forma eficaz y rápida y proporciona las sustancias necesarias al cuerpo para su correcto funcionamiento. Una dieta saludable ayuda a reducir el riesgo de cáncer, de problemas del sistema cardiovascular, la posibilidad de obesidad y también mejora el sistema inmunológico.
Muévete más. Indudablemente el movimiento y los deportes contribuyen a una buena salud. La mayoría de la gente, sin embargo, prefiere descansar en los sofás de sus casas. El ejercicio en realidad reduce el riesgo de obesidad, fortalece los músculos, mejora no sólo el físico sino también la salud mental. Hacer deporte nos hace sentir mejor, más felices y nos ayuda a relajarnos. Así que es bueno caminar en el parque, montar en bicicleta, correr y en general realizar ejercicios para mantener la vitalidad y la buena salud.
No te pierdas las revisiones médicas. Para algunas personas resulta muy desagradable pero son importantes y útiles para tener hábitos saludables. Así que cada seis meses o una vez al año uno debe visitar su médico y dentista.
Cuidar de la piel. Para cuidar nuestra delicada piel es recomendable utilizar guantes de goma cuando realizamos tareas que implican el uso de detergentes, lavavajillas y otros productos perjudiciales. Deben usarse cremas hidratantes y cosméticos para protegernos del sol y evitar la sequedad de la piel junto con la aparición de posibles manchas y arrugas.
Limitar / dejar el alcohol y los cigarrillos. Además de dañar el hígado y los pulmones, estos dos vicios provocan un aspecto cansado y envejecido, cosa que no queremos.