6 Razones Para Estar Motivada A Realizar Ejercicios De Resistencia Física Sin Flaquear!

Estar motivado para hacer ejercicios de resistencia física es siempre fácil cuando lo planeas, pero ese entrenamiento de la mañana, muy temprano en el gimnasio un día lunes, no es precisamente lo que necesitas para volver a la acción. Puede que incluso te sientas  emocionada por comenzar tu rutina, pero cuando la alarma suena y y tienes  que seguir adelante, es cuando  realmente te das cuenta de que todas esas cosas que te motivaron hace unos días de repente han desaparecido!

Entonces… ¿por qué el ejercicio parece fácil hasta que realmente tenemos que hacerlo? Si la falta de motivación es lo que te está obstaculizando, entonces tal vez necesitas averiguar qué es la motivación. ¿Es un sentimiento? ¿Una acción? ¿O un poco de ambos?

Ejercicios de resistencia física

¿Qué es la Motivación Para Realizar Ejercicios De Resistencia Física?

El diccionario de Merriam-Webster define la motivación como «aquello que da propósito y dirección al comportamiento». Por esa definición, estamos buscando algo que nos impulse a hacer ejercicio, algo que nos haga avanzar. Entonces, ¿de dónde viene ese «algo»? Para algunas personas, como los atletas, puede venir del deseo de competir y ganar. Para otros, puede provenir de un deseo de ser saludable o vivir más tiempo para sus hijos. Para la mayoría, perder peso es a menudo la meta. Pero, ¿es suficiente para motivarnos? A juzgar por nuestros problemas de obesidad, eso sería un NO.

El problema con la motivación es que muchos de nosotros creemos que es algo que vendrá a nosotros si esperamos lo suficiente … que algún día nos despertaremos y finalmente queramos hacer ejercicio.

En lugar de creer en esa fantasía, tal vez todos estaríamos mejor al darnos cuenta de que la motivación es algo que creamos, no algo que esperamos.

¿Es Posible Emocionarse Con El Ejercicio Físico?

¿Qué situación crees que te generará entusiasmo para  hacer ejercicios de resistencia física ?  Normalmente, esa emoción debería aparecer justamente después de haber tomado la decisión de hacerlo en algún momento futuro inmediato. Simplemente, decidir hacer ejercicio te debería hacer sentir bien. El problema comienza cuando llega el momento de seguir adelante y la motivación va desapareciendo progresivamente. Si eso te suena familiar, tal vez es hora de enfocar tu atención en lo que es realmente importante. Decidir ejercitarse es importante, pero lo que haces para seguir con constancia a través del tiempo es lo que realmente importa.

Definamos Lo Que Es La  Motivación:

se supone que la motivación proviene de diferentes circunstancias, no se basa en «cómo nos sentimos» ni es «algo que tenemos que esperar». Es una determinación que creamos para nosotros mismos. Utiliza los siguientes elementos para crear su propia motivación, y verás que hacer ejercicios de resistencia física será más fácil para ti a través del tiempo:

1| Ten Metas:

Ya sabes que el primer paso para motivarte es tener algo para comenzar. No importa si se trata de un objetivo de pérdida de peso o un objetivo para ejecutar un maratón, todo lo que te da una razón para hacer ejercicio funcionará. Y no pienses que tienes que fijar solamente una meta. Puedes establecer tantos objetivos como quieras, y cuando quieras. Establecer metas diarias (voy a caminar por 20 minutos hoy), metas semanales (voy a obtener un mínimo de 3 entrenamientos esta semana), o incluso metas por hora (me levanto cada 45 minutos y camino por la oficina o subo las escaleras). En importante tener siempre algo para trabajar, grande o pequeño, es sólo una manera de mantenerse en acción.

2| La Preparación:

Una vez que hayas decidido hacer ejercicio, hazlo lo más fácil posible. Eso significa tener lo que necesitas y prepararlo todo para tus entrenamientos: Ropa adecuada, tener listos todos los implementos, empacar tu bolso de gimnasio, preparar las comidas o aperitivos, planificar lo que vas a hacer ese día, etc.-  La idea es facilitarte a ti misma la puesta en acción, sin excusas!

3| Mantén La Disciplina:

Parte de hacer lo que hacemos cada día tiene que ver con nuestra rutina y hábitos. Si puedes hacer del ejercicio un hábito, estarás mucho más cerca de lograr tu meta. Planea tus días de modo que siempre quede tiempo suficiente para el  entrenamiento, para que una vez que llegue el momento, no tengas excusas de dejarlo de lado.

También puedes crear un ritual alrededor de tu entrenamiento para ayudarte a prepararte mentalmente. Por ejemplo, si te gusta ejercitarte en horas de la mañana, toma unos minutos para estirarte bien antes de empezar. Si hace frío, coloca tu ropa en la secadora antes de ponértela. Encuentra maneras de hacer tu entrenamiento como otra parte importante de tu vida, como cepillarte los dientes.

Te invito a leer también: Moldea tu figura usando bandas elásticas en casa

4| Mantén La Flexibilidad:

Parte de ser capaz de atenerse a una rutina es  permitir un cierto de margen de acción.  Puedes planear trotar 3 millas, pero tal vez algún día te sientas demasiado cansada o se te presente un inconveniente. La idea es no declinar tu propósito por estos inconvenientes, no omitir nuestro entrenamiento por no haber podido cumplir un día, o tal vez reducir el tiempo de entrenamiento por ese día puede ser una solución.

Ten un objetivo en mente, pero siempre mantente  dispuesta a cambiarlo si ves que estás indispuesta ese día o tienes que trabajar hasta tarde. Siempre ten un plan de respaldo, puedes cambiar por ese día tu rutina por un paseo en el parque. Todo cuenta!

4| Mantén Un Compromiso Contigo:

Estar sano no es una decisión que tomas una vez,  es una acción que realizas cada día. Renovar a tus metas es necesario para mantenerte en el buen camino. Si puedes, intenta pasar unos minutos cada mañana pensando o escribiendo sobre lo que quieres lograr ese día y cómo lo harás. Recuérdate tus metas y tómate un tiempo para apreciar hasta qué punto has llegado para alcanzarlas. Escribe tus metas y pégalas en tu escritorio o pared para que pueda verlas. Haz lo que puedas para recordarte tu compromiso con el ejercicio.

5| Ejercítate Divirtiéndote:

Todas las palabras tales como preparación, disciplina, compromiso... suenan como algo contrario a la diversión, ¿no?. Tal vez a veces te cansas de ser tan madura todo el tiempo,  con todas las obligaciones y responsabilidades que tienes. El ejercicio a menudo suena como un simple deber, y olvidamos que mover nuestros cuerpos puede ser bastante divertido. Hacer tiempo para realizar movimientos no estructurados y de flujo libre puede ayudarte a aclarar tu propósito un poco, como bailar, dar un paseo, saltar en un gran montón de hojas o desafiar a tu compañero a un partido de lucha libre.

6| Recompénsate Cada Cierto Tiempo:

La motivación ocurre casi instantáneamente cuando se obtiene una recompensa. Puede ser algo pequeño, como un viaje a la librería o algo grande, como un masaje, o comprarte alguna prenda de ropa. Todo es válido, pero siempre se debe esperar ¡hasta que termines todos tus entrenamientos!

Finalmente…

Al pensar en todo esto, tal vez descubras que lo que te motiva cambia de día a día – lo que te hizo moverte hoy no te mueve  tal vez mañana. Si eso te sucede, significa que debes cavar profundamente en ti para encontrar esa cosa – ese pensamiento, sentimiento, meta, recompensa – que te mueva a realizar tus ejercicios de resistencia física con constancia.

Haz tu motivación más fácil eliminando tus excusas antes de que aparezcan. Pero, sobre todo, es importante darte cuenta de que esta cosa de la motivación se hace más fácil con la práctica. Cuando haces ejercicio de manera consistente, poco a poco llenarás tus propósitos de motivación,  y cuanto más practiques, mejor motivación obtendrás. Te darás cuenta de que tus acciones son lo que genera esa sensación que has estado buscando: ¡la motivación! 

No dejes de leer: Tonifica tu cuerpo desde la casa con pocos pasos

Deja un comentario